Este sábado por la noche, como es habitual, Mirtha Legrand llevó a cabo su "mesaza", que contó con la presencia de el ex vicepresidente Carlos Ruckauf, el periodista Baby Etchecopar, la periodista Mónica Gutiérrez y el actor/humorista Alfredo Casero. Pero no fue una "velada" más.
La política en la mesa de la "Chiqui" suele ser un tema de debate intenso, dependiendo de los invitados del día y de las opiniones que cada uno pueda brindar. Lo cierto es que durante todo el programa, intentó contener a sus invitados. Por momentos lo logró, por momentos no.
En primera instancia, se dio un ida y vuelta luego de que Ruckauf recordara, al hablar de la denuncia de la ex primera dama Fabiola Yañez a Alberto Fernández por violencia de género, que al ex presidente “lo puso” Cristina Fernández de Kirchner. “No lo puso Cristina, fue concebido por lo más profundo de la matriz peronista. Los peronistas no pueden deshacerse del peronismo, Ruckauf”, reaccionó Casero. “Yo no voy a negar mi peronismo”, se atajó el ex funcionario, y agregó mientras el humorista seguía hablando: “Yo respeto las ideas de cada uno”. Mirtha logró silenciar a Casero con su campanita.
El siguiente cruce de la noche, volvió a tener a Alfredo Casero como protagonista y se le sumó Mónica Gutiérrez. Esta vez, el tema surgió de una pregunta de Etchecopar: “¿Los peronistas no creen que es hora de dar un paso al costado?”. “¿Qué es hoy el peronismo?”, intentó analizar Gutiérrez. “Es un montón de cosas que se van acomodando conforme viene el viento. ¿O vamos a creer que Néstor y Cristina eran de izquierda cuando estaban instalados en Santa Cruz?”, agregó. La reflexión despertó la bronca de Casero con el periodismo.
“¿Pero no se daban cuenta antes? Yo los puteaba, por poco los “perionistas” (sic) me mataban por decirles eso, ahora todo el mundo lo da por sentado?”, reaccionó el humorista. “Pero Alfredo, me parece que no has escuchado muchas cosas que se han dicho en los últimos años. Los periodistas hemos señalado muy bien, hemos parido al kirchnerismo muchos de nosotros. Entonces no nos estigmaticen”, se defendió Gutiérrez. “Hay miles de personas que saben el daño que hizo el periodismo y lo bueno que hizo el periodismo. Quién hizo bien y quién hizo mal. La gente lo sabe”, insistió Casero, y Gutiérrez insistió con la injusticia de las generalizaciones: “son dañinas. Son inconducentes”.
El ida y vuelta siguió por un rato, y cuando el tono de voz comenzó a subir, Mirtha sacó de nuevo la campanita. “¡Upa!”, exclamó. “Me gustaría hablar de la actualidad”, propuso, pero de inmediato la charla se volvió a encender.
“No todos los periodistas somos iguales ni recibimos sobres”, destacó Etchecopar, y Gutiérrez volvió al ruedo para insistir en su punto: “El periodismo como concepto no existe. Hay periodistas y periodistas. Hay de todo”. “Yo pedí en un momento que se colegiaran, porque…”, Casero no alcanzó a terminar la frase cuando Gutiérrez descartó la idea de plano. “¿Querés volver al carnet de periodista, que era el que estaba cuando estaban los milicos? ¿Sabés para qué estaba?”, le preguntó. “Para saber quién es periodista y quién no?”, respondió el actor. “La libertad de expresión no admite la matriculación”, expresó la periodista. “Entonces podés dejar entrar a un quirófano a operar a tu hijo a la doctora Rímolo”, analizó el actor. “No podés”, defendió su idea Gutiérrez, Casero intentó insistir y Mirtha volvió con la campanita, pero no tuvo éxito.
Ante estas situaciones de tensión por el ida y vuelta en las opiniones de sus invitados, Mirtha le pidió orden a Casero: “Le pido una cosa”, le dijo Legrand, mirándolos a los ojos. “Escuchame. Hágame este programa fácil, por favor”. “Tiene razón”, reconoció, aunque luego siguió con el mismo tono la discusión.